A partir de una vieja majagua (árbol endémico), el alférez Félix Bouyón Turner trazó la primera manzana de la población de Cienfuegos, que continuó creciendo con semejante trazado recto.
José Raúl Capablanca, una de las más prestigiosas figuras mundiales del ajedrez visitó Cienfuegos en 1912 y su hospedaje en el Hotel La Unión quedó reflejado en la prensa local con fecha del 19 de enero.
En los cayos de la bahía de bolsa de Cienfuegos, desde 1540, se establecieron piratas y corsarios, como Jacques de Sores, Francis Drake, John Morgan, Guillermo Bruce, Lorenzo Craff, Jean el Temerario y Gilberto Girón.
Cienfuegos no nació con este nombre, sino con el de Fernandina de Jagua. Fernandina en honor del monarca Fernando VII, y Jagua que en lengua aborigen significaba ¨principio, fuente, riqueza, manantial¨.
En el interior de la cueva Martín Infierno, importante sitio natural de Cienfuegos, se encuentran las únicas "flores de yeso" reportadas en territorio cubano, con un tamaño de hasta más de 30 cms.
La ciudad de Cienfuegos es modelo del urbanismo del siglo XIX, y trasciende por su trazado prefecto y racional en forma de tablero de ajedrez, donde casi todas sus calles y algunas avenidas terminan en el mar.